La calidad de vida no solo se mide en términos relacionados a indicadores objetivos biológicos o al acceso a servicios que cubran las necesidades básicas del adulto mayor. La calidad de vida es hoy en día definida como una valoración subjetiva y personal de bienestar, satisfacción con su vida y por último con el grado de felicidad que siente una persona en la tercera edad.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el maltrato al adulto mayor es un acto único o repetido de una persona que causa daño o sufrimiento a otra de edad avanzada y con la que tiene relación directa. Es un importante problema de salud pública y social que sigue siendo subestimado y desatendido en todo el mundo.

A medida que el Alzheimer progresa, la capacidad del adulto mayor para organizar y realizar actividades por si mismo disminuye. Sin embargo, una rutina diaria de actividades sencillas y agradables puede retrasar el deterioro cognitivo, brindar un espacio de interacción con familiares y seres queridos y ayudar a que se mantenga una visión positiva de los días.

La danza o el baile es un elemento muy importante en la vida del ser humano y tiene muchos beneficios en el desarrollo de sus capacidades físicas y emocionales, sobre todo en los adultos mayores, a quienes esta actividad les llena de felicidad y distracción, creando un ambiente de vitalidad y cambiando el semblante de sus rostros.