La hipertensión arterial es un problema médico de primera magnitud, no solo por las complicaciones de tipo cardiovascular (infarto del miocardio), daño de las arterias periféricas, infarto y hemorragia cerebral, etc., sino también por ser una alteración muy frecuente en los adultos mayores, en los que constituye el principal factor de riesgo cardiovascular.

El pie diabético es una alteración clínica de etiología neuropática e inducida por una hiperglucemia mantenida (azúcar alta) en la que con o sin coexistencia de isquemia y previo desencadenante traumático produce lesión y/o ulceración de pie.

La osteoporosis es una enfermedad ósea que se caracteriza por una disminución de la densidad del tejido óseo y tiene como consecuencia una fragilidad exagerada de los huesos.

Con el paso de los años, los adultos mayores van perdiendo su autonomía física, cognitiva y psicoemocional por diversos factores. Esto provoca que tengan problemas para realizar sus actividades diarias por sí solos, su memoria sea más frágil y dependan de otras personas, causándoles, en muchos casos, depresión.