Cada vez son más frecuentes los diagnósticos de Alzheimer u otra demencia que se asocian a estos cambios y existe gran temor asociado a estas dos palabras. El temor se da muchas veces por el desconocimiento de la diferencia entre los cambios normales de la edad y cambios que son señal de advertencia.
Es normal que con la edad nos volvamos olvidadizos e incluso que nos tome más tiempo que antes procesar información pero la pérdida severa de memoria hasta de lo más familiar y la desorientación frecuente no son parte del proceso de envejecimiento normal y son síntomas que deben ser atendidos.
Es importante que los síntomas se detecten a tiempo y el diagnóstico médico sea oportuno para que se programen tratamientos farmacológicos, cognitivos entre otros que puedan retrasar el deterioro metal de ciertos tipos de demencia entre ellas el Alzheimer.
La familia es un pilar fundamental en el bienestar de una persona que sufre problemas de memoria. Todos los miembros de la familia deben estar informados y educados en estos temas, es recomendable llevar un diario con todas las novedades que los familiares y quienes estén cerca del Adulto Mayor crean conveniente y reunirse periódicamente a conversar sobre los cambios, las mejoras, los retrocesos de su familiar.
La Asociación de Alzheimer nos ofrece una lista de diez síntomas que ayudan a diferenciar entre cambios en la memoria normales debido a la edad y cambios que se asocian con el Alzheimer y deben ser alertas para buscar ayuda profesional e involucrar a toda la familia.
1. Pérdida de memoria a corto plazo: Olvidar información recién aprendida es una de las más comunes señales tempranas de la demencia.
Cambio normal: Olvidarse de nombres o direcciones de vez en cuando.
2. Dificultad para realizar tareas comunes. A una persona con demencia se le hace difícil realizar una actividad de rutina como llamar por teléfono, ordenar comida en un restaurante, jugar un juego de naipes antes familiar para él o ella.
Cambio normal: Olvidarse de vez en cuando de qué iba a hacer al entrar a una habitación, dónde dejó las llaves, u olvidarse el final de una historia que iba a contar.
3. Problemas de lenguaje: Olvidarse de palabras simples que al hablar con reemplazadas por palabras equivocadas por ejemplo: "Ya quiero regresar a la almohada" en vez de a la casa o al no encontrar las llaves de la puerta diga: "Esas cosas que sirven para abrir la puerta".
Cambio normal: De vez en cuando no encontrar la palabra precisa
4. Desorientación en tiempo y espacio. Perderse en lugares familiares, no poder regresar a casa después de haber salido, no identificar cuando es de mañana o de tarde.
Cambio normal: Olvidarse que día de la semana es por un momento y luego recordarlo.
5. Falta de buen juicio. No manejar bien el dinero, regalarlo, pagar de más por servicios. Ir al baño en lugares inapropiados como su habitación o sala familiar.
Cambio normal: Tomar una mala decisión de vez en cuando
6. Dificultades en realizar tareas mentales: Pérdida de conceptos abstractos como números o cantidades. Confunde cinco dólares con quinientos. No puede explicar procesos en orden como que va primero si levantarse, comer, lavarse los dientes y salir de la casa.
Cambio normal: Tener dificultad en balancear la chequera cuando antes lo dominaba
7. Extraño uso de objetos. Puede utilizar el cepillo de dientes para peinarse o guardar las medias en el refrigerador.
Cambio normal: Perder llaves o lentes y luego encontrarlos
8. Cambios de comportamiento. Se presentan cambios repentinos de humor sin justificación por ejemplo: de euforia a extrema pasividad, de alegría a tristeza o enojo.
Cambio normal: Variar de humor ocasionalmente
9. Cambios en la personalidad. Las personas con demencia pueden presentar cambios drásticos en la personalidad. Pueden llegar a estar muy confundidas, desconfiadas, temerosas o depender mucho de un miembro de la familia.
Cambio normal: Con la edad, todos presentamos pequeños cambios en la personalidad
10. Pérdida de iniciativa y motivación. Convertirse en alguien extremadamente pasivo con preferencia por ver televisión por largas horas, dormir más de 10 horas o estar en cama largo rato y rechazo a actividades que antes eran rutinarias y placenteras.
Cambio normal: Retraerse un poco de compromisos sociales o tareas laborales o del hogar. Sentirse más cansado que antes.