Es muy común que los adultos mayores se automediquen cuando los síndromes geriátricos aparecen pero hay que tomar muy en cuenta que esto puede desencadenar una serie de consecuencias indeseables que podemos prevenir.
A continuación se presentan 3 importantes puntos a considerar sobre la medicación del adulto mayor:
1. Quienes padecen enfermedades diagnosticadas nunca deben automedicarse, porque podrían empeorar su situación. Para suministrarse medicinas deben consultar con su médico.
2. Las dosis de medicación no siempre son iguales para adultos jóvenes y adultos mayores. Es necesario un médico que tenga experiencia tratando a personas de más de 65 años, para que pueda examinar y recetar medicamentos ante cualquier dolencia.
3. Lleve un control de la medicación que utiliza. Para ello debe existir una buena comunicación entre el adulto mayor, las personas que lo asiste o convive con él, el médico tratante y la familia.
Muchos adultos mayores son muy independientes y se valen totalmente de sí mismos, pero hay que comprender que nunca está de más el apoyo y el interés de la familia en el tema de la salud de sus seres queridos.