Sin importar el tiempo, trabajo y múltiples actividades que tenemos a diario, es necesario y vital dedicar un momento a las personas de la tercera edad, este tipo de actos complementa y beneficia a ambas partes, ya que ayudar a los demás incrementa el bienestar individual y social.

Muchos adultos mayores transitan el camino de la soledad y el abandono, sin embargo, otros tienen la fortuna de experimentar una aventura de afecto y amor a través del acompañamiento afectivo de personas con espíritu altruista.

Brindar tiempo a un adulto mayor, ocuparse de él, brindarle una palabra de aliento cuando se siente solo o triste, regalarle una sonrisa, no sólo da felicidad, sino que es bueno para la salud de quien la entrega. Varias son las investigaciones que relacionan el altruismo con efectos beneficiosos para la salud.

Si eres de las personas que han sufrido la partida de un abuelo o abuela o no tuviste la oportunidad de compartir con ellos o peor aún conocerlos; o, simplemente te gusta ayudar a los demás, puedes compartir tu tiempo con un adulto mayor abandonado y enriquecerte de sus años dorados.

Debes saber que al ayudar a un adulto mayor brindándole tu compañía, tiempo y afecto estarás contribuyendo positivamente en tu propia vida permitiéndote:

Desarrollar empatía al ponerte en la piel de un adulto mayor

Aprender a ser altruista y a desarrollarlo

Aumentar tu autoestima al recibir la gratitud de un adulto mayor

Aumentar tu autoconfianza al brindar tu ayuda y saber cómo hacerlo

Sentir felicidad con efectos beneficiosos para tu salud

Ser más positivo al analizar tu propia situación frente al más necesitado

Enriquecerte de la sabiduría y experiencia de la tercera edad

Son muchos los testimonios de voluntarios que, al donar su tiempo y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, han logrado mejorar su autoestima y a sensibilizarse ante la necesidad de los demás. Entre más ayudamos, nos hacemos más ricos emocionalmente.