La polifarmacia, según la OMS, es el uso concurrente de tres o más medicamentos, independientemente de si es indicado por un médico o auto medicado.
Un adulto mayor comúnmente padece más de 3 enfermedades crónicas y toma más de 4 medicamentos, lo cual puede provocar el incremento de reacciones adversas a los medicamentos o a su combinación como confusión, trastornos extra piramidales, retención hídrica (edema) y urinaria, caídas, hipoglicemias, hipotensión, somnolencia, etcétera.
La farmacoterapia en la tercera edad es considerada uno de los problemas capitales de la geriatría, pues está relacionada con la morbilidad y la mortalidad del adulto mayor.
La mala interpretación del método clínico y terapéutico, la incompleta anamnesis (fallas en el interrogatorio al anciano y su acompañante), el examen físico incorrecto e incompleto, lleva a malas decisiones terapéuticas y el uso indiscriminado de medicamentos.
Las principales consecuencias de la polifarmacia son la disminución de la capacidad física, e intelectual, caídas, complicación de enfermedades existentes, aumento del consumo y gastos de salud, entre otras.
Deseo compartir contigo 8 formas para combatir a la polifarmacia y contribuir a un mejor control y uso adecuado de fármacos en el adulto mayor:
1. Seguimiento fármaco terapéutico
Evaluar y monitorizar la farmacoterapia con el fin dar respuesta a la morbi-mortalidad relacionada con medicamentos, de modo que el tratamiento sea efectivo, seguro y exitoso en función de las necesidades particulares del adulto mayor, ayudándolo de esta forma a mejorar su salud.
2. Tomar en consideración la cascada de prescripción
Una cascada de prescripción se da cuando se receta un nuevo medicamento para tratar un efecto adverso de otro medicamento. Las cascadas de prescripción son más frecuentes en los adultos mayores polimedicados. La temprana detección de los efectos adversos de los medicamentos y una mayor conciencia de la posibilidad de reacciones adversas son las claves para prevenir las cascadas de prescripción en el adulto mayor.
3. Prestar atención a los efectos adversos
Una reacción adversa es un efecto no deseado ni intencionado de un medicamento que puede ser nociva para la salud y traer complicaciones desde leves, tales como dolores de estómago o mareos, hasta complicaciones graves. Otro tipo de efecto adverso muy común son las alergias con reacciones en la piel, acompañadas de urticaria y erupciones cutáneas. Es tan importante prestar atención a los efectos adversos provocados por las medicinas como el tomarlos correctamente según lo prescrito por el médico.
4. Eliminar medicamentos potencialmente inapropiados
La prescripción de medicación potencialmente inapropiada en adultos mayores es la prescripción de fármacos cuyo riesgo sobrepasa el beneficio potencial cuando son prescritos en personas de la tercera edad, por lo que está asociada a un incremento en morbilidad y mortalidad en este grupo poblacional. Con el fin de minimizar los problemas que surgen como consecuencia del uso de medicamentos en el adulto mayor, se utilizan herramientas tales como los criterios de Beers, o el denominado Improving Prescribing in the Erderly Tool (ipet) basado en los criterios de McLeod. También existe una nueva herramienta llamada Screening Tool of Older People's Potencially Inappropriate Prescriptions creada en el 2008.
5. Conocer interacciones farmacológicas
Una interacción farmacológica es la modificación del efecto de un fármaco por la acción de otro cuando se administran conjuntamente. El efecto puede aumentar o disminuir o causar efectos secundarios no deseados y adversos. Es de suma importancia conocer una afección médica existente para evitar causar una interacción medicamentosa. Por ejemplo, medicar un descongestionante nasal a un adulto mayor si este tiene presión arterial alta podría causarle una reacción indeseada.
6. Evitar la automedicación
Cuando un adulto mayor se automedica corre el riesgo de sufrir efectos secundarios bastantes nocivos e incluso sobredosis. Por ejemplo, una simple tos puede ser síntoma de problemas gástricos desconocidos, y cuando se retrasa un diagnóstico acertado muchas enfermedades se pueden agravar. Es mejor y más seguro tomar medicamentos bajo prescripción médica.
7. Administración asistida
La administración asistida es una gran opción sobre todo para adultos mayores que no pueden valerse por sí mismos, ya que esto brindará mayor seguridad y mejor control de las dosis que deben ser administradas, satisfaciendo las necesidades en aquellos adultos mayores cuyo grado de dependencia lo requiere. Para tal efecto, el familiar o cuidador del adulto mayor deberá ser instruido por el médico.
8. Tener una lista de medicamentos
Esto permitirá al adulto mayor tener acceso a los medicamentos que sí puede y no debe tomar, brindándole la oportunidad de tener acceso al tratamiento farmacológico oportuno, necesario y seguro cuando su salud se quebrante.
Corresponde al médico la noble labor de atender al adulto mayor y velar por el uso adecuado de los fármacos y al adulto mayor terminar su tratamiento, teniendo hábitos de vida saludables como una buena alimentación, ejercicio adecuado y controlado, evitando el exceso de medicación innecesaria con la ayuda de familiares y cuidadores.