Dirigidas por las Hermanas Dominicas de Bethania y las Hermanas Servidoras del Señor y del Matará que pertenecen a las dos comunidades de religiosas del Hogar del Corazón de Jesús, los adultos mayores residentes compartieron momentos de recogimiento por la Semana Mayor con varias actividades.
La mañana del Viernes Santo con la oración inicial del Padre Joaquín Palomeque, capellán del Hogar, el vía crucis viviente, representado por los propios adultos mayores, realizó su recorrido por varias salas acompañados de varios residentes, jóvenes y pensionistas del Bien Público Calixto Romero.
Los adultos mayores recibieron el sermón de las 7 palabras por las dos comunidades de religiosas junto a los residentes Carlos Campodónico, Alberto y Leonor de Avilés. Al caer la tarde se realizó la celebración de la Pasión y Adoración de la Santa Cruz, celebrada por el Padre Palomeque a la que asistieron muchos residentes.
El sábado a las 10:00 am las dos comunidades de religiosas realizaron en conjunto la procesión con la Virgen de los Dolores, rezando y acompañando de este modo el dolor de la Madre de Jesús, en el mismo recorrido del Vía crucis.
Por la noche a las 19:00 se celebró la Vigilia Pascual, participando un numeroso grupo de residentes, luego de la Santa Misa y para festejar la llegada de la Pascua y el gran misterio de alegría y fe para toda la Iglesia con la Resurrección de Jesús.
El Domingo de Gloria, ensalzando la hermosa fiesta y alegría de la resurrección de Jesús y el regocijo de la Santísima Virgen, llenos de júbilo se dividieron en dos grupos: los hombres acompañando a la Virgen en la procesión y por otro lado las mujeres quienes acompañaron a Cristo, la procesión comenzó por los distintos laterales del hogar llegando a un punto de encuentro donde ambas imágenes se encontraron, los adultos mayores aplaudían y fue notable la alegría que este acto transmitió en ellos con un Jesús Resucitado junto a su Madre.
Luz María residente del Hogar decía muy emocionada a la virgen: "No estés triste mamita, tu hijo está vivo, ¡él ya resucitó!", los residentes querían tener el privilegio de cargar a la Virgen, pues todos querían tener esa gracia de poder llevarla en su andar.
De esta manera los residentes del Hogar del Corazón de Jesús como una familia unida vivieron con devoción la Semana Mayor, fortaleciendo su fe y los lazos de amistad que les unen y recibiendo los beneficios espirituales que actividades como estas conllevan.